Hemos iniciado un curso diferente, atípico y, en general, más triste. Circulamos por el instituto como por una autopista, saludos rápidos, nada de abrazos, ni de palmadas en el hombro, gel hidroalcohólico, distancia, silencio, más distancia, mascarilla, gel otra vez.
Está, no obstante, la Literatura: una oportunidad de vivir otras vidas, algunas mejores , otras simplemente diferentes.
Esperemos que pase pronto y vuelvan los abrazos, la compañía, la vida.
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